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PERIOSTITIS TIBIAL

La periostitis tibial se conoce como el mal del corredor, porque es una lesión propia de las personas que practican este deporte. Sin embargo, son muchos los que ni siquiera la conocen o saben lo que es. Hoy vamos a contarte sobre la periostitis tibial. Si eres una persona que suele salir a correr, y especialmente si lo haces por asfalto o suelo duro, este artículo te interesa, ¡no te lo pierdas!

Qué es una periostitis tibial

Vamos a empezar hablando de lo que es el periostio, ya que va a ser crucial para entender lo que es la periostitis tibial. El periostio es la membrana que recubre a los huesos para que estos puedan absorber nutrientes y regenerarse. Esta membrana está conectada a los vasos sanguíneos que penetran dentro del hueso.

La capa externa del periostio es fibrosa, y la capa interna es la que facilita la regeneración de los huesos gracias a los osteoblastos. 

Bien, una vez que se sabe lo que es el periostio es fácil adivinar que la periostitis es la inflamación de esta membrana, y al ser tibial se refiere a la que recubre la tibia. Concretamente, la zona más afectada por esta inflamación suele ser la situada entre el músculo tibial posterior y el hueso.

Causas de una periostitis tibial

Esta lesión se da principalmente entre las personas que practican deporte, sobre todo si es correr. También puede afectar a otros deportistas, pero siempre a aquellos relacionados con el uso excesivo de la estructura posterior de la tibia. O incluso a personas que han recibido un golpe directo en el hueso.

Si la lesión se ha producido por el deporte lo normal es que ocurra porque el músculo tibial trabaja la supinación, y la persona lesionada ha colocado el pie durante mucho tiempo en pronación.

  • Supinación: Colocación de la planta del pie hacia adentro. 

  • Pronación: Colocación de la planta del pie hacia afuera.

¿Por qué ocurre al correr? Porque se mantiene en tensión el músculo tibial durante la parte dinámica de la carrera. Cuando el entrenamiento es muy exigente y aumenta la velocidad se tensiona más el músculo y es más probable que se produzca la periostitis tibial.

Además del esfuerzo físico esta lesión también se produce por:

  • Hacer deporte con el calzado inadecuado con poca amortiguación.

  • No preparar los músculos antes de hacer deporte.

  • Incluir en el entrenamiento carreras en bajada.

  • Entrenar demasiado o con una intensidad inadecuada al usuario.

  • Practicar deportes en terrenos muy difíciles o de suelo duro, por ejemplo por correr en asfalto.

  • En personas con obesidad.

  • Defectos en el pie, por ejemplo si es cavo.

Síntomas de una periostitis tibial

El síntoma más claro de esta lesión es el dolor. Suele surgir durante el entrenamiento e ir aumentando en función de cómo aumenta la intensidad y duración del mismo.

Al principio puede que el dolor sea leve, pero al añadir tensión muscular puede alcanzar tal intensidad que el deportista se vea forzado a detener en seco el ejercicios. También produce rigidez en los músculos tibiales y calambres. Si la lesión es grave estos síntomas pueden aparecer incluso al apoyar el pie en el suelo.

Los focos de dolor se centrarán en la parte posterior e interna de la tibia. Esta localización tan clara es sinónimo de la periostitis tibial sin confusión.

Una vez que aparecen estos dolores lo normal es buscar un diagnóstico que determine la lesión y su gravedad. 


El fisioterapeuta o especialista palpará la parte anterior de la tibia y la parte posterior. Además de que puede resultar doloroso para el paciente, pueden aparecer unos pequeños bultos inflamados, e incluso tumefacción.


Para cualquier sugerencia no dude en consultarnos, en FISIOONE, estaremos encantados de atenderle.

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