Efectos del ejercicio en la función inmune
Por lo general, el ejercicio físico moderado y de forma regular disminuye la probabilidad a enfermarse si se compara con mantener un estilo de vida sedentario. No obstante, las sesiones intensas o prolongadas de ejercicio provocan una depresión de varios aspectos del sistema inmunológico un tiempo después de dicho entrenamiento desde 3 hasta 24 horas, dependiendo especialmente de la intensidad y la duración de este.

¿Alguna vez practicaste ejercicio o fuiste al gimnasio por primera vez, y al siguiente día estabas enfermo o con síntomas de gripe?
Si tu respuesta fue sí, no te preocupes esto tiene una explicación.
Varios estudios indican que en los días posteriores a competiciones de resistencia duras y de larga duración (maratones, triatlones, etc...) se incrementa la incidencia de síntomas de resfriados o infecciones respiratorias agudas, aunque también pueden ser debidos a una inflamación de las vías aéreas superiores. En este sentido, se ha demostrado que en períodos de entrenamiento duros o intensos, así como de competiciones importantes, la función inmune se ve afectada, posiblemente debido a un aumento de las hormonas del estrés (por ej. Cortisol y Adrenalina), alteraciones en el equilibrio de las citoquinas pro/anti-inflamatorias y el aumento de radicales libres. Asimismo, se ha podido comprobar que la depresión inmunológica post-ejercicio es más importante en entrenamientos continuos de más de hora y media, de intensidad moderada a alta (55-75% VO2máx) y realizados en ayunas. No obstante, se pueden tener en cuenta diversas estrategias preventivas prácticas sobre el estilo de vida y la nutrición que pueden ayudar a reducir el riesgo de infección.
El ejercicio físico intenso y agudo se acompaña de respuestas que son notablemente similares en muchos aspectos a los que son inducidos por infecciones, sepsis o traumatismos. Se produce un aumento del número de leucocitos circulantes (principalmente linfocitos y neutrófilos), cuya magnitud se relaciona tanto con la intensidad y duración del ejercicio. También se producen aumentos en las concentraciones plasmáticas de diversas sustancias que influyen en las funciones de leucocitos, incluyendo citocinas inflamatorias, como el TNF-alfa, los macrófagos inflamatorios proteína-1 e IL-1; citocinas antiinflamatorias IL-6, IL-10, y la IL-1-antagonista del receptor (IL-1ra), y proteínas de fase aguda, incluyendo la proteína C-reactiva (PCR).
El ejercicio físico afecta tanto a la función celular como humoral del sistema inmune. Con el ejercicio físico se produce un aumento del número de linfocitos T y B, y una disminución del cociente T helper/T supresor (CD4/CD8). Los cambios de las células NK varían en función de la intensidad y duración del ejercicio, siendo los cambios más acusados en los ejercicios de larga duración que en los de corta. En este contexto de demanda celular y el estrés, se produce una atracción de células inflamatorias en el tejido muscular. Debido a la naturaleza global del sistema inmune, estos cambios locales tienen repercusiones significativas en los linfocitos y las células accesorias fuera del tejido muscular, caracterizando a la respuesta inflamatoria inducida por el ejercicio en la que se origina infiltración de leucocitos y producción de citocinas proinflamatorias.
Como consecuencia del daño muscular y la inflamación causada por el ejercicio, como acabamos de describir, se originan alteraciones y desajustes del sistema inmunológico acompañados de la respuesta de fase aguda. Durante y después del ejercicio intenso, como ya hemos comentado, se produce un aumento de las citocinas proinflamatorias. Estas y otras citocinas median en una amplia gama de eventos metabólicos que afectan a todos los sistemas orgánicos en el cuerpo.
Finalmente, se debe parar el entrenamiento y consultar al médico en caso de que los síntomas iniciales empeoren, la tos persista o exista dificultad respiratoria durante el ejercicio. Se debe observar detenidamente la tolerancia a los incrementos de intensidad del ejercicio y tomarse un día más si la recuperación no es completa.