El dolor de espalda es uno de los problemas de salud más comunes y la principal causa de discapacidad y pérdida de horas de trabajo. Los gastos médicos directos e indirectos son enormes. El dolor de espalda puede ser leve o severo y limitar casi cualquier actividad, además de que puede suceder a cualquier edad tanto en hombres como en mujeres.

El dolor de espalda afecta del 50 al 80% de las personas en algún momento de su vida.
En un año dado, 10% de los adultos tienen dolor de espalda u otros síntomas como limitaciones de movimiento o rigidez.
Puede ser ligeramente incómodo, insoportable o hallarse en cualquiera de ambos extremos. Puede iniciar lentamente, a veces como resultado de una mala postura, o arribar de repente debido a alguna lesión.
Dura unos cuantos días o se queda varias semanas, meses e incluso años.
La artritis es una forma común de dolor de espalda. Mientras más pronto se diagnostique el tipo de artritis, más pasos podrá tomar para reducir una discapacidad en el futuro.
Otros factores que agravian el dolor de espalda son estar bajo tensión, no dormir lo suficiente, presentar sobrepeso, llevar una mala postura o no tener una buena condición física.
No se debe considerar al dolor de espalda como una consecuencia normal del envejecimiento; es una condición crónica que requiere cambios similares de estilo de vida como la artritis y la diabetes.
¿Cuál es la causa?
La mayoría del dolor de espalda es provocado por la irritación de las articulaciones, o por presión en los ligamentos o músculos debido a discos afectados o malformaciones óseas. La presión en las raíces de los nervios también puede resultar en dolor de espalda y pierna.
Aquí está una lista de otras causas posibles de dolor de espalda
• Fracturas de los discos intervertebrales • Estenosis espinal • Osteoartritis • Espondilitis anquilosante • Lesión o accidente • Enfermedades reumáticas • Osteoporosis • Artritis reumatoide • Polimialgia reumatica • Fibromialgia • Enfermedad de Paget
Opciones de tratamiento
Más del 85% de los individuos con dolor de espalda bajo mejoran a en días o semanas con un tratamiento mínimo. Si su condición persiste, los médicos generalmente recetan uno o más de los siguientes tratamientos: descanso, calor, ejercicio, mejoramiento de la postura, pérdida de peso, control de tensión (estrés), fármacos y, en ocasiones, cirugía.
El ejercicio es necesario para mantener la espalda fuerte y flexible. Un buen programa de acondicionamiento físico (ejercicios aeróbicos) puede ser particularmente útil. Si presenta problemas de salud o tiene más de 45 años y no ha hecho ejercicio regularmente, consulte con su doctor para que le ayude a planear un programa de ejercicio específico para usted.
Un programa de ejercicio efectivo incluye:
un periodo de calentamiento y estiramiento.
al menos 30 minutos de actividad aeróbica tres veces a la semana;
fortalecimiento de los músculos abdominales y paravertebrales.
un periodo de enfriamiento.
Con el tiempo, las recompenses del ejercicio habitual pueden incluir control de peso y menos síntomas de dolor.
Para cualquier sugerencia no dude en consultarnos, en FISIOONE, estaremos encantados de atenderle.