Complejo B y el sistema nervioso
El Complejo B es el conjunto de las ocho vitaminas B, que tiene como beneficios el incremento de la energía celular, efecto analgésico ante los dolores neuropáticos y contribuye a la prevención de la anemia perniciosa, debido a que ayuda a la formación de glóbulos rojos en el organismo.
Vitamina B1 (tiamina): Es indispensable para el crecimiento, desarrollo y funcionamiento de las células del organismo. Se distribuye ampliamente en los tejidos, con la concentración más alta en hígado, cerebro, riñón y corazón.
Vitamina B2 (riboflavina): Contribuye a la generación de energía y desarrollo celular, además de prevenir los trastornos hormonales y el dolor de garganta, principalmente.
Vitamina B3 (niacina): Se recomienda para nivelar el colesterol en la sangre. También se usa junto con otros tratamientos para los problemas de la circulación y la migraña.
Vitamina B5 (ácido pantoténico): Mejora el funcionamiento del sistema inmune, el rendimiento atlético y previene los dolores de cabeza.
Vitamina B6 (piridoxina): Evita la anemia, el riesgo de depresión y erupciones en la piel.
Vitamina B7 (biotina): Auxilia para el correcto funcionamiento del metabolismo, el cuidado de la piel, mantenimiento de los tejidos, la pérdida de peso y los problemas cardíacos.
Vitamina B9 (ácido fólico): El ácido fólico es una vitamina B (folato) que sirve para prevenir la anemia megaloblástica y perniciosa, malformaciones o anomalías congénitas graves en los recién nacidos y la depresión en adultos.
Vitamina B12 (cobalamina): Ayuda a producir glóbulos rojos, ADN, ARN, energía y tejidos, además de mantener sanas las células nerviosas.
Para mantener niveles adecuados de Complejo B, es imprescindible tener una alimentación adecuada, con el fin de evitar enfermedades como la anemia o fatiga crónica.

El sistema nervioso es la parte de nuestro cuerpo que nos ayuda no solo a percibir, comprender y responder al mundo que nos rodea, sino también a enviar, recibir e interpretar información de todas las partes de nuestro cuerpo.
Se puede dividir en dos partes:
El sistema nervioso central (SNC) que incluye al cerebro y la médula espinal
El sistema nervioso periférico (SNP) que es el sistema nervioso que se encuentra fuera del cerebro y la médula espinal, es decir todos los nervios que salen de la médula espinal hacia las extremidades
El sistema nervioso periférico está formado por millones de nervios, llamados nervios periféricos, unidos entre sí, a los músculos o a los receptores de todo el cuerpo.
Puedes pensarlo como una serie de cables eléctricos o líneas telefónicas que conectan tu cerebro con tu cuerpo, lo que les permite comunicarse.
La fibra nerviosa es como un cable que transmite impulsos a través del cuerpo.
Estas fibras están cubiertas por una sustancia llamada mielina. La mielina protege la fibra nerviosa y ayuda a que los mensajes pasen rápidamente por las neuronas.
Los nervios siempre están trabajando y tienen diferentes deberes, por ejemplo, cuando tocas un plato caliente, algunos nervios envían la información de tus dedos al cerebro (sistema nervioso central) para percibir la sensación de calor. Cuando tu cerebro recibe esa información, elabora la orden de retirar el dedo. Otros nervios llevan ese mensaje al músculo de tu mano. ¿El resultado? ¡No te quemas!
Los deberes no son la única manera de clasificar a los nervios, su función específica también es muy importante. Cada grupo de nervios "sabe" exactamente que hacer:
Los nervios motores coordinan el movimiento voluntario del cuerpo estimulando tus músculos.
Los nervios sensoriales reaccionan a los factores externos y te permiten sentir sensaciones como calor, frío y dolor.
Los nervios autónomos regulan funciones involuntarias como latidos cardíacos, sudoración y digestión, e influyen en la actividad de los órganos internos.
El Complejo B está recomendado para personas de todas las edades, por tener los siguientes beneficios en el organismo, de acuerdo con médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS):
Evita la anemia
Previene los síntomas de depresión
Metaboliza azúcares, grasas y proteínas en la sangre
Regula el apetito
Impide la debilidad muscular
En mujeres embarazadas evita malformaciones congénitas de los bebés
En los niños, el Complejo B auxilia para que tengan energía y un óptimo desarrollo tanto físico como mental, ya que previene:
Desarrollo corporal deficiente
Problemas conductuales
Bajo desarrollo intelectual
Pérdida de tejido graso subcutáneo y muscular
Alteraciones circulatorias